La compasion es señal del Reino... rompe con todo limite y frontera

Saludo fraterno para todas y todos, saludo de unidad y solidaridad en este caminar discipular en el proyecto de Dios hecho vida en Jesús y continuado en nuestra actual experiencia personal y de comunidad. Saludo en medio del Encuentro Nacional por la Paz en el que esperamos escuchar otras voces distintas de las “oficiales” en torno de este camino para instaurar el reino.

1. Acercamiento contextual.

El evangelio de este domingo (Mt. 15, 21 – 28) continúa con las enseñanzas de la cuarta colección doctrinal que ahora se centra en las implicaciones y consecuencias del reino de los Cielos en la vida concreta de cada miembro de la comunidad y por supuesto para la comunidad como tal, pero va más allá, se hace explícita la invitación a toda la comunidad humana, es decir, ser un solo pueblo… Y estas implicaciones empiezan en Jesús mismo y de ahí en adelante para todas y todos… Empieza en Jesús en cuanto el punto de partida es la novedad en la comprensión del  Mesías y la acción de ese mesianismo que aquí se plantea ya no solo para un pueblo, sino que desde Israel va hasta los confines de la tierra.

Lo primero que hay que tener en cuenta para hacer un estudio preparatorio del texto del evangelio dominical es hacer la lectura desde el inicio del capítulo 15 antes de pensar en una homilía, una catequesis, una oración comunitaria o un contraste en la dimensión religiosa y social, pues como se dijo la semana anterior, ahora hay un cambio en el contenido pero se continúa en la misma colección doctrinal acerca de las implicaciones y consecuencias del reino de los Cielos.

– Siempre recordar que estamos en medio de un conflicto interno en la comunidad mateana pues las personas que hacen parte de ella son antiguos judaítas que han roto con Jerusalén, el templo, sus autoridades y la manera de comprender las tradiciones socio-religiosas de Israel; esa ruptura de separación se da por reconocer y seguir a Jesús como Mesías; ahora el evangelista está acompañando un proceso pedagógico desde el kerigma que permita comprender y fundamentar tanto la validez de la ruptura, como las novedades que implican estas comprensiones para la vida de fe personal, la constitución de comunidad, la proyección socio-histórica y, en últimas, alcanzar la salvación.

– Esta sección del evangelio plantea y asume varios conflictos debidos al reconocimiento de Jesús como Mesías… Pone en tela de juicio la moral casuística que se había impuesto desde Jerusalén y sus autoridades religiosas, para ello vuelve sobre la justicia que se centra en el amor y que se expresa en la compasión de Dios en favor de su pueblo; de otro lado, cuestiona y denuncia el uso del temor como camino de obediencia y fidelidad… además, una novedad fundamental está en la apertura universal de la salvación, ya no es solo para Israel, sino para quien reconozca a Jesús y su proyecto fundado en la compasión como expresión del amor de Dios por los más pobres.

Todo esto significa e implica asumir y enfrentar conflictos tanto en el interior en las personas (debido a la mentalidad tradicional, a la cultura que venía de las tradiciones del pueblo, a la manipulación religiosa ya sea por el moralismo o por el temor al castigo eterno) y también los conflictos con las autoridades religiosas de Jerusalén y las persecuciones, señalamientos, exclusiones y condenaciones de las que eran objeto por su adhesión a la comunidad seguidora de Jesús… Cuanto de esto ha de ser fuente de contraste, animación, conflicto y camino para el hoy al reflexionar nuestras propias prácticas socio-pastorales y de reflexión acerca de las comprensiones doctrinales y de relación con las prácticas de autoridad en el interior de nuestra Iglesia.

2. Acercamiento Literario

Al leer solamente los versículos correspondientes al evangelio de hoy y no poner atención al contexto en el que se desarrolla todo el evangelio, fácilmente se cae en expresiones como las que comúnmente se escuchan: “la mujer que corrigió a Jesús”, o “Jesús tuvo que cambiar de parecer”… Sin duda que se pueden hacer estas conclusiones pero ellas no hacen justicia a la intencionalidad de la obra, la revelación como expresión de la voluntad de Dios va por otro camino.

Como en buena parte del evangelio, lejos de narrar hechos que se sucedieron, la trama está compuesta para llevar una enseñanza, así que es importante no leer el relato como si nos estuvieran contando una noticia o un suceso históricamente real.

– En el marco del camino pedagógico seguido por el evangelista, se pone a Jesús en el mismo lugar que está viviendo cada miembro de la comunidad y la comunidad en general… los conflictos internos de cambiar el comprender a Dios, a Jesús, el proyecto revelado, el asumir todos estos cambios y los conflictos que ello implica… es la manera pedagógica de decir que a todos y todas corresponde cambiar de manera de pensar, sentir y de actuar… reconocer el paso y voluntad de Dios en todas las novedades que implican.

– Así, en el relato se perciben dos tipos de diálogo, uno con los discípulos y otro con la mujer cananea… en uno se pone en la tradicional actitud de no querer asumir el conflicto y más bien caer a la tentación de despedir a la mujer (v. 23, nótese que algunas traducciones reemplazan la palabra despedir por la palabra conceder, sin duda que esto le cambia el sentido); el otro diálogo, el de Jesús y la mujer, se centra en lo más importante: la compasión, la compasión hecha vida (vv. 25 – 27)… ya se había anunciado desde el principio que la mujer es la que pide compasión (v. 22).

– La estructura teológico literaria recoge algunas formas típicas de las tradiciones literarias judaítas: el contraste (los discípulos – Jesús y la mujer – Jesús; donde además los discípulos son hombres y quien tiene claro la compasión es la mujer); el conflicto (despedir – compasión; la tentación de evadir y hacer cosas que tranquilizan la conciencia); las rupturas (Tiro y Sidón – Mujer Cananea; todo ello expresa un escenario no israelita y por tanto indica que se a más allá de las fronteras, y por eso se habla de la vocación universal a la salvación, es decir, el llamado y acogida de Dios de todos los pueblos y de todas las gentes)… en fin, se pueden descubrir otros elementos más.

– La realización del milagro (v. 28) es la confirmación de la respuesta, la actitud, la acción adecuada y coherente con el proyecto de Dios… es la enseñanza para la comunidad y para quienes tienen dudas acerca de la validez de sus rupturas con las tradiciones antiguas y con Jerusalén… el reino de los Cielos se expresa en acciones en favor de la justicia que se inspira en la compasión (aquí es importante recordar un aporte anterior acerca del sentido de la compasión porque en nuestra cultura esta palabra es interpretada de manera negativa).

– Considero necesario decir que el milagro de confirmación es parte de la estructura literaria y teológica, que no puede ser comprendida como prueba histórica, que no se puede enseñar o creer que estos milagros son “el poder de Dios”… con este tipo de comprensiones es que se aliena, se manipula y se somete a muchos creyentes.

3. Acercamiento Teológico Pastoral y de Actualización.

La mujer cananea, quien además no tiene nombre en el relato, con sus palabras pronunciadas en el relato: “Ten compasión de mí, Señor, hijo de David” y posteriormente: “Sí, Señor, pero también los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos” revela, desde una lectura contextual, que ella siendo mujer y extranjera (símbolo delos excluidos, rechazados y sin derechos) reconoce que Jesús representa un proyecto histórico de Dios de hacer un pueblo, de cuidar un pueblo al servicio de los más pobres y esto hecho sin límites, ni fronteras, por encima del moralismo que se hace casuística reduciendo la fe al ámbito cúltico – religioso. Detrás de estas palabras el evangelista invita a la comunidad de antiguos judaítas a cambiar de lugar para mirar tanto a Jesús, el proyecto del Padre – Madre Dios en sus implicaciones de transformación de la mirada solamente desde la perspectiva religiosa prescriptiva y verlo en sus implicaciones y transformaciones sociales, políticas, económicas, culturales, ecoambientales e históricas que se ponen al servicio de la justicia, una justicia que se centra en el amor, que el evangelista llama compasión.

Así la comunidad mateana obtiene una nueva valoración del reino y una justificación para la ruptura y distanciamiento de Jerusalén, del templo y de sus autoridades, concretándose así una enseñanza en esta colección doctrinal que apunta, por un lado a seguir clarificando el sentido del reino de los Cielos, y por otro, a contribuir con la reflexión de la comunidad acerca de la validez del paso que está dando al constituir un nuevo camino distinto a las tradiciones de sus antepasados.

De ahí también se descubre para la comunidad que la salvación que trae Jesús supera los tradicionales límites de sangre, raza, lugar de origen y se hace oportunidad para todas y para todos… con otra novedad adicional para clarificar todavía el reino: en las tradiciones del antiguo Israel el lugar, papel, posibilidad de subsistencia y hasta autonomía de la mujer dependía de su relación con un hombre (fuera su padre, su esposo o su hijo), ahora, en el proyecto de Jesús, ni siquiera depende de la relación que la mujer pueda tener con un hombre, sino que es producto de la compasión de Dios y del reconocimiento que hace quien asume ese proyecto y lo construye en las realidades concretas del entorno… es una salvación que también traspasa los tradicionales límites de una religiosidad que se centra en el culto y en las prescripciones moralistas… es la salvación que se hace vida, que abarca todas los escenarios de la vida donde la justicia ha de hacerse presente. Nótese que ella, siendo mujer y extranjera, por tanto impura y sin derechos, ella es quien directamente accede a Jesús y pide – cree en la compasión (el máximo don, la fuente de donde se inspira el proyecto de Dios para construir el reino de los Cielos).

Este caminar siguiendo el evangelio mateano ha de llevarnos a reflexionar en las fuentes de nuestra compresión y acción en torno de la fe; en torno de las prácticas que expresan nuestra acción de creyentes. Y fundamentalmente en la vida de comunidad y de eclesialidad ha de hacer repensar…

– ¿Pesan más los tradicionalismos, los cultos, las prescripciones moralistas que la compasión?

– ¿Puede más el temor “a que vayan a perder la fe” que las necesarias transformaciones de comprensiones y prácticas que hacen verdad a la compasión?

– ¿La salvación depende del “dedicarle tiempo  Dios”, de cumplir con preceptos y normas o de hacer la justicia inspirados en la compasión?

– A veces las ropas (hábitos), las insignias (crucifijos, cadenas, etc.), los reconocimientos, representan más o son más codiciados que la compasión.

Seguimos unidos/as en el caminar discipular, unidos en la oración, en el recordarnos mutuamente y aprender de nosotros/as mismos/as.

Un abrazo de cariño.

Feliz semana.

Dios les guarde.

Fraternalmente en Jesús, Señor de la Vida.

César

La realización del milagro (v. 28) es la confirmación de la respuesta, la actitud, la acción adecuada y coherente con el proyecto de Dios… es la enseñanza para la comunidad y para quienes tienen dudas acerca de la validez de sus rupturas con las tradiciones antiguas y con Jerusalén… el reino de los Cielos se expresa en acciones en favor de la justicia que se inspira en la compasión